¿Cuántas piezas diferentes se esconden en nuestro interior?
¿Cuántos papeles diferentes desempeñamos en la vida?
¿En cuántos niveles funcionamos?
Para un funcionamiento correcto
y saludable, necesitamos armonía entre todas nuestras piezas.
Muy de moda en tiempos recientes, y quizá un poco manida, aunque absolutamente esencial en los tiempos que se avecinan es la coherencia entre el corazón y la mente
Estos dos centros de mando tienen prioridades muy diferentes,
a veces incluso opuestas. Nos interesa asegurarnos de que no sólo haya acuerdo entre ellos, sino también cooperación a una escala preferiblemente cósmica :)
Es cuando sintonizamos con una frecuencia especial, donde el nivel de causalidad y de manifestación, a veces se le llama milagro, pero ¿lo es o es sólo nuestro estado natural, que hemos olvidado un poco?
Merece la pena averiguarlo por nosotros mismos.
Un tema aparte es la cooperación entre el Yo Inferior, el Yo Medio y el Yo Superior.
El antiguo saber hawaiano, conocido como Huna, tiene una visión particular de las conexiones entre ambos.
En el taller profundizamos en estas relaciones, pero por ahora sólo quiero señalar que la armonía, la sintonía entre ambos es sencillamente esencial y punto :)
En cuanto al equilibrio entre la parte masculina y femenina de nuestro interior no creo que haga falta comentarlo, al fin y al cabo es obvio.
Al enumerar las diversas formas en que nos dividimos, no podemos dejar de mencionar la ya clásica división en Cuerpo, Mente y Espíritu.
Ninguno de ellos puede sentirse bien si alguno de los otros está enfermo.
¡Y así nos va!
Nuestra tarea, por tanto, es lograr una armonía sagrada y un equilibrio entre estos elementos.
De toda la paleta de medios y herramientas a nuestra disposición, sólo destacaré dos de los más importantes: la neurografía y las prácticas Huna.